Más de 60 millones de personas tienen cáncer a nivel mundial. Una persona muere cada tres segundos por cáncer y miles sufren los efectos secundarios adversos causados por tratamientos de quimioterapia o radioterapia.
La confusión causada por la incomprensión de las denominadas “enfermedades incurables”, reduce enormemente nuestra capacidad personal para superarlas. Por ello, el primer paso para lograr el control del proceso de curación, es comprender la enfermedad.
El Reiki es un gran aliado contra el cáncer, están demostrados sus efectos positivos para reducir los efectos nocivos de la quimioterapia. No solo se han comprobado estos beneficios a nivel físico, sino que a nivel emocional y espiritual, ayuda al paciente a comprender y aceptar desde otro punto de vista la enfermedad. Ello le da una consciencia distinta sobre lo que le está ocurriendo y por qué, lo cual es un gran paso hacia la sanación.
Quiere decir todo ello que Reiki cura el cáncer, no. Tampoco que no lo haga. Reiki no debe sustituir el tratamiento médico convencional, es un terapia complementaria con demostrados efectos positivos.
Hay casos demostrados de tratamiento Reiki en pacientes de cáncer, dónde el tumor ha disminuido de tamaño o ha desaparecido.
En muchos hospitales del mundo y cada vez más hospitales españoles, se acepta esta práctica sobre todo para ayudar a enfermos de cáncer, con efectos positivos contrastados por los mismos pacientes.
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