martes, 17 de febrero de 2015

¿Cómo es una sesión de Reiki?




Una sesión de Reiki dura aproximadamente cincuenta minutos.
Se procura un ambiente relajado, con una luz tenue, música suave y algún aroma o incienso. La persona vestida y descalza, se tumba en la camilla y el terapeuta irá colocando sus manos en distintas posiciones de su cuerpo transmitiendo la energía, empezando por la cabeza y terminando en los pies.
Las reacciones pueden ser muy distintas de una persona a otra, aunque hay un denominador común, casi la totalidad de las personas alcanzan un grado de relajación profunda. Por ello Reiki está tan indicado en tratamientos de estrés y ansiedad. Otras personas sienten distintas emociones, ganas de reir, de llorar, temblor, se mueve la energía y se liberan emociones normalmente reprimidas que están impidiendo a la persona disfrutar de un estado saludable. Sensaciones de frío, calor, cosquilleos en determinadas partes del cuerpo también son habituales. Hay personas a los que les llegan antiguos pensamientos o recuerdos, lo cual es muy positivo porque son mensajes del propio subconsciente sobre los que arrojar luz. También hay personas que no sienten nada y no por ello es algo negativo, la energía hace de igual forma su trabajo.
Aunque se suele notar sus efectos positivos desde la primera sesión, es un proceso progresivo por lo que es recomendable tomar cuatro sesiones sin demasiada separación de tiempo entre ellas.
La frase que más escucho al terminar una sesión es: "me siento relajado/a, me siento muy bien"


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